diciembre 29, 2009


Sigo buscando la voz que me hable de vos de nuevas maneras.
El olor del pasto recién cortado augura una larga espera.
Ahí va tu imagen que habla más de mí, un holograma con movimiento.
Lo que se ve y lo que dejo entrever, ahora lo entiendo….al menos eso creo.

Quiero volver a callar aquella palabra que nunca mencionamos.
¿Será inevitable repetir la misma escena una y otra vez?

Tal vez sea cierto, lo que queremos no es lo que hacemos, lo que buscamos esconde un defecto, ¿es la manera en la que construimos el momento, la acción, el movimiento?
Recuerdo ya estuve llorando por esto.

Tal vez sea cierto, lo que queremos no es lo que hacemos, lo que buscamos esconde un defecto, ¿es la manera en la que construimos el momento, la acción, el movimiento?
¿A vos que te parece?, ¿Qué pensás al respecto? Mejor no me lo digas, guardemos secretos.
Tengo una lista de películas que quiero ver.

Coincidimos y no es casualidad.
¡Qué mala suerte no es casualidad!

diciembre 27, 2009

Conocerte



Quiero conocer el olor de tus gemidos inundando la habitación. Conocer el vaivén del oleaje de tu cuerpo trémulo, excitado. Quiero conocer el viaje espacial de tus ojos cerrados, el ramaje con movimiento incesante de tus cabellos. Quiero conocer el trópico húmedo del sudor de tu piel destilando placer sin control. Quiero conocerte...

#












When you say it's gonna happen now
what exactly do you mean
see i've already waited to long
and all my hope is gone.

La niña del grupo


Levantó su brazo derecho y agitó suavemente su mano para indicar al autobús que se detuviera, cuando éste lo hizo ella subió rápidamente porque de lo contrario el conductor emprendería la marcha sin importarle que ella estuviera dentro de la unidad.
Siempre, desde pequeña, había odiado cualquier tipo de conglomeración de personas tanto dentro de los buses como fuera de estos, por eso acomodaba su horario intentando no encontrarse en esa situación. A pesar de planificar todo, la mayoría de veces no encontraba lugar y debía de llegar a casa parada sosteniéndose del tubo colocado en el techo del bus.
Esta vez, cuando entró vio con sorpresa dos lugares vacíos, era extraño, siempre estaban completos pero en esta ocasión parecía como si estos estuvieran reservados especialmente para ella, parecía ser un día especial, aunque no sabía porque, lo era. Decidió sentarse en el lugar que daba al corredor, nunca en su vida había ocupado los lugares cercanos en la ventana porque sus padres y abuelos siempre la había sobreprotegido, aunque hoy sentía cierta curiosidad por hacerlo, no había alguien para detenerla, pero desistió con temor rápidamente porque sintió como si ellos estuvieran evaluándola.
Todo trascurría de forma monótona, como cualquier otro día. Los pasajeros estaban callados, enfrascados en sus pensamientos, ausentes del presente y de los demás. Hasta que, de una forma insólita para romper todo lo lineal del transcurso, el bus se detuvo con el fin de recoger a un nuevo pasajero: un hombre pequeño, de edad avanzada, piel pálida y pelo cano.
El anciano caminó dentro de la camioneta dirigiéndose hacia el asiento vacío, se paró frente a ella y con la vista le dio dos opciones: dejar el camino libre para el asiento vacío o moverse hacia éste. En ese momento ella empezó a sentir nuevamente la ansiedad de comprobar qué sucedería si se movía al asiento prohibido durante años y en cuestión de segundos decidió pasarse ese espacio y se encontró en el lugar que daba a la ventana. El anciano sonrió hipócritamente agradeciendo, sentándose callado y luego concentrarse, como los demás pasajeros, en sus pensamientos.
No existía problema alguno, al contrario, era satisfactorio y cómodo el lugar, el sol atravesaba el vidrio de la ventana pegándole finalmente en casi todo el cuerpo, era una sensación hermosa y excitante a la vez, no podía creer que le negaran esto tanto tiempo.
Pasó poco tiempo para que ella se empezara a sentir incomoda en el asiento, el calor aumentó, transformando la alegría y excitación en una desesperación permanente. Repentinamente observó el reloj para encontrar alivio en el tiempo, pero fue todo lo contrario, hacía falta mucho para llegar a casa y también notó una serie de manchas rojizas en el brazo. Esto la sorprendió un poco, pero fueron olvidadas rápidamente por la sensación de incomodidad del puesto que había escogido.
Los segundos se hicieron eternos, el asiento había pasado de incómodo a ser desagradable, especialmente porque las manchas se hicieron más grandes, cubrían ahora casi toda la piel y sentía un escozor desesperante, se rascó pero en lugar de aliviarse aumentó la terrible sensación. Odiaba su decisión, a sus protectores muertos, a los pasajeros, al puto chofer, a todos. Fue en ese instante que su piel empezó a rajarse completamente, sentía como se rompía la piel dejando expuesto el músculo, deseaba moverse pero le era imposible hacerlo.
Cuando su problema era ya evidente el anciano giró la cabeza hacia ella y contemplo con horror aquella transformación tan sorpresiva en la piel, se paró rápidamente señalándola e inició a gritar a toda voz:
―¡Es una de Ellos, es una de Ellos!

En ese momento no pudo tolerar más su increíble metamorfosis e intentó mover su brazo para gritar al mismo tiempo que el anciano, pero sólo pudo ver con pavor cómo sus brazos y piernas en el intento se desmoronaban como polvo, seguido de su abdomen, pecho y finalmente su rostro.
El anciano, pálido, continuó gritando desesperadamente y señalando un asiento vacío, en donde sólo quedó un conjunto de ropa de mujer joven y una gran cantidad de polvo.

Un dia especial


Sandro, cuando se levantó esa mañana, se dispuso a vivir ese día como el primero de toda su existencia y a disfrutarlo como el último su vida. Colocó agua en una olla para preparar café hervido, para él el instantáneo era asqueroso y lleno de químicos perjudiciales para la salud. Primero dejó que empezara a hervir el agua, después echó cuatro cucharadas de café, esperó que reposara un poco para que la shingas se asentara y saborearlo mejor. En ese momento el ambiente de la cocina y de la casa se llenó de su aroma, siempre le agradó ese olor, respirarlo e imaginar sabor en sus labios y lengua, había sido un ritual familiar que nunca había olvidado, lo aprendió en casa de sus padres durante su niñez y adolescencia. Echó el café en su taza y otra oleada de olor llegó a su nariz, era exquisito y sobre todo más, en ese día. Cuando terminó de servirlo, recordó que su padre le decía: ―Un café sin la compañía de un cigarro no es café. Entonces tomó un cigarro de la cajetilla de su bolsillo y encendió uno, le agradó el primer jalón, sentía como entraba el humo en su boca y el trayecto hacia sus pulmones. El café y los cigarros eran las tradiciones que más disfrutaba. En el transcurso de esos instantes, de esa ceremonia, empezaron a llamar a la puerta, pero Sandro lo ignoró y continuó encantándose de las costumbres y de los instantes que empezaban a formar el día. Cuando más disfrutaba de esto los toques en la puerta se hicieron más insistentes y molestos, sonaban cada vez más violentos y continuos. Sandro se levantó interrumpiendo el ritual para saber quién era el visitante tan inesperado. Sandro se sorprendió en el momento que abrió la puerta, sus ojos se abrieron exageradamente y su corazón empezó a latir fuerte, sabía que ese día llegaría pero nunca se imaginó que ese era hoy, el mismo en que se disponía... este tan especial..., tan hermoso. Sintió la puñalada en el abdomen, mientras su pensamiento seguía rumiando, después otra y otra más. Entonces su pensamiento inició a diluirse y fue hasta entonces que sintió su sangre fuera de su cuerpo, sintió cómo se desangraba y cómo abandonaba su cuerpo. Cayó al suelo con la mirada fija en sus pensamientos, en su tragedia. El visitante entró, pero para cerrar la puerta tuvo que empujar un poco el cuerpo que yacía tirado en el suelo, pasó sin preocupación alguna, casi ignorándolo. Caminó dentro de la casa sin ningún problema, en el interior de la cocina sintió el olor a café y cigarro, recordó que era algo típico de su familia, se sentó y continuó bebiendo el café y aspirando el cigarro iniciados por el que estaba tirado en la entrada de la casa, siempre despacio para pensar. Cuando los terminó hizo un recorrido imaginario del día de trabajo, se sumió en tristeza y resignación, sabía que tenía que continuar con la monotonía de su trabajo, de su vida, de todo lo que hacía. —Mañana... ―pensó el nuevo Sandro―, mañana viviré el día como el primero de mi existencia y como el último de mi vida. Cuando hacía esto una sensación escalofriante recorrió su cuerpo al recordar al mismo tiempo que alguien tocaría a su puerta.

Navidad

El viento
Trae murmullos
Con olor a pólvora,
Luces y de música alegre;

De forma antagónica
El pensamiento
Trae susurros
De tristezas pasadas,
Recuerdos
Y de un negro futuro.

diciembre 26, 2009

Lo se, lo se


A cientos de millas lloras como un bebé,
me suplicas, gritas, chillas, dime que me quedo.
Lo sé, lo sé, lo sé, aún soy tu amor.

De vuelta desde el último sitio donde quise fingir que te ries conmigo,
grita, chilla, ahora dime que te quedas.
Lo sé, lo sé, lo sé, aún eres mi amor.

Tal como te quiero, tú siempre me querrás,
este amor no es bueno si no somos tú y yo.

Manzana tras manzana y sigues a mi lado,
el tiempo cambia y me corta el paso.
Lo sé, lo sé, lo sé, es sólo hoy.
Casa tras casa, como coche tras coche,
ves club tras club y todo parece tan lejano.
Lo sé, lo sé, lo sé, para qué más estamos aquí.

Tal como te quiero, tú siempre me querrás,
este amor no es bueno si no somos tú y yo.

Pega tus manos dentro de mis bolsillos,
mantenlas calientes mientras estoy aquí,
diles que este amor no me ha cambiado,
no me ha cambiado en nada.

Anoche estaba escribiendo sobre ti,
sé que mis gritos y chillidos no harán que te quedes.

Lo sé, lo sé, lo sé, aún eres mi amor.
Me levanto al oirte trabajar,
estás a una habitación, estresándote y queriéndome.

Lo sé, lo sé, lo sé, sé aún mi amor.
Tal como te quiero, tú siempre me querrás,
este amor no es bueno si no somos tu y yo.

Pega tus manos dentro de mis bolsillos,
mantenlas calientes mientras estoy aquí,
diles que este amor no me ha cambiado,
no me ha cambiado en nada.

Pega tu corazón dentro de mi pecho,
mantenlo caliente mientras descansamos,
diles que este amor no me ha cambiado,
no me ha cambiado en nada.

Tal como te quiero, tú siempre me querrás,
este amor no es bueno si no somos tú y yo.

El olor del otoño


La agonia de las hojas al caer sobre el negro humedo de la tierra.
El ruido de las maquinas, la prisa, el desvelo, el ritmo acelerado de las gotas de lluvia.
El cielo que no deja de llorar.
Los truenos, el susto, la inquietud..
Paraguas (conveniente amigo)...
La terraza, las prendas ''secandose''.
- ¡Mama, la ropa!

diciembre 25, 2009




















































































Nenas con nenas


Nenes con nenes

o con quien quieras..

Mas alla



Más allá de ti
no estoy yo,
queda una ficción de persona
con mi nombre,
un intento fallido
de la propia versión
de mí.

Más allá de ti
hay un más acá anónimo,
inválido,
vacío,
como si la ausencia de ti
fuera la ausencia de todas las cosas
que me recuerdan,
y tu silencio
fuera el silencio del mundo.

Más allá de ti,
no estoy yo,
está mi sombra.

Sexo y Religion




Cada día me revientan más las putas leyes religiosas, su conducta moral su mejor remedio al sida es la virginidad. La religión, desde la inquisición ejerce poderosa y dura represión a todo lo que se llama sexo y libertad.
¡ay!¡ay!¡ay!¡ay!¡ay!...
Disfruta de la vida y a follar que son dos días y que nadie te reprima, rebelión contra la hipocresía.
Hoy en día, en nuestra generación lo que dice el catecismo no lo cumple ni dios
ni siquiera el que presume de conservador. He aquí la hipocresía moral la que sufrieron nuestros viejos sin placer carnal delimitando su sexo para procrear.
¡ay!¡ay!¡ay!¡ay!¡ay!...
Disfruta de la vida y a follar que son dos días y que nadie te reprima, rebelión contra la hipocresía.
¡sexo! libertad.
¡anarkía! sexual.
¡sexo! libertad.
¡anarkía! ¡anarkía!
¡sexo! libertad.
¡sexo! anarkía.

Nadie te debe imponer jamás haz lo que quieras con tu cuerpo en plena libertad
masturbación, penetración, practica sexo oral. Y si luchas por la libertad
no se te olvide, hermano, el homosexual que ya sufrieron bastante en clandestinidad.
¡ay!¡ay!¡ay!¡ay!¡ay!...
Disfruta de la vida y a follar que son dos días y que nadie te reprima, rebelión contra la hipocresía.
¡sexo! libertad...
Esta es mi cabeza, mi cerebro, mis orejas yo ya tengo mi moralidad. Disfruta de la vida y a follar, que son dos días y que nadie te reprima, rebelión contra la hipocresía.
Iros a la mierda y dejadnos de una vez en paz.

Te para tres


Las tazas sobre el mantel; la lluvia derramada... un poco de miel, un poco de miel, no basta. El eclipse no fue parcial y cego nuestras miradas; te vi que llorabas, te vi que llorabas por ella. Te para tres. Un sorbo de distraccion buscando descifrarnos.
No hay nada mejor
, no hay nada mejor que casa.
Te para tres.

Oferta en el pasillo 8


Cada noche mi mente se entretenía pensando en todo aquello que tengo que decirte. Poco a poco me dormía repasando argumentos y estructurando los diálogos. Los días pasaron y luego las semanas formaron 2 meses. Inesperado. En el momento y en el sitio que me faltó imaginar. Te coloqué en el cine, en alguna fiesta o en un restaurante. Pero el destino decidió ir en contra de mis planes y escogió otro lugar para nuestra cita, sin que uno de los dos albergara la más mínima sospecha. Fui al Súper para comprar cajas con imitaciones de comida, cualquier bisutería que me levantara el ánimo y algunos adornos con espíritu navideño. Cuán lejos estaba yo de imaginar que al entrar al pasillo, en el que se amontonan año tras año los mismos libros, te vería escogiendo una revista. La cantidad de aire disminuyó considerablemente, mi corazón latía desesperado y el caos se produjo. Todos los argumentos se agolparon uno tras otro mezclándose, hasta formar oraciones desordenadas, carentes de tan siquiera un mensaje para transmitir. Parecidas a la siguiente “Qué coincidencia. Decirte bueno te veo que para decirte. Hola…” La música y los gritos de un niño pidiendo un chocolate fueron perdiendo su volumen. El discurso previamente practicado frente al espejo fue empujado por la bola de nieve que se deslizaba inclemente hacia mí: “¡Tanto qué decirte y tan poco tiempo para hacerlo! Quizá deberíamos juntarnos para comer. ¿Tú que piensas? Sí. En el restaurante chino. ¿A qué hora puedes llegar? Me parece, a las 4 de la tarde nos vemos para aclarar algunos puntos pendientes de aquel día en que terminó nuestra relación…”. También me percibiste. Tu espacio se redujo a ese pasillo y luego a los dos metros que nos separaban. Mis ojos clavados en los tuyos. Aunque parecía una eternidad, la aguja más delgada del reloj sólo avanzó cinco segundos desde que te vi. Al abrir la boca para decirte lo que carcome mi conciencia desde hace dos meses, el impulso atolondrado no me dejó pronunciar algo más que un simple Hola. Mí mente no procesó correctamente el exceso de pensamientos y obviamente se generó una falla en el sistema. Click en OK, no, no quiero mandar un informe técnico a Windows... Como si les importara. Respondiste al saludo con una sonrisa. Vacíos. Los argumentos carecían de sentido. A la sonrisa le siguió un suave adiós. Era mí turno de sonreír. Desvié la mirada hacia una oferta anunciada en el pasillo de enfrente. El cerebro instruyó a mis piernas para caminar y alejarme de ti, siguiendo un instinto consumista más. De forma automática le pagué a la señorita que atendía la caja y partí hacia mi apartamento, subí las gradas maldiciendo al conserje porque no ha reparado el elevador y al fin llegué al octavo nivel. Guardé todo lo que había comprado y encendí la tele para ver alguna película. Ahora estoy en mi cama. El filme terminó hace una hora. Te imagino en el restaurante chino. Repaso mentalmente lo que quiero decirte. Bostezo. Duermo.

Una tonta cancion de amor

It's tearin' up my heart when I'm with you
But when we are apart, I feel it too
And no matter what I do, I feel the pain
With or without you

Baby I don't understand
Just why we can't be lovers
Things are getting out of hand
Trying too much, but baby we can't win
Let it go
If you want me girl, let me know
I am down on my knees
I can't take it anymore

It's tearin' up my heart when I'm with you
But when we are apart, I feel it too
And no matter what I do, I feel the pain
with or without you

Baby don't misunderstand
What I'm trying to tell ya
In the corner of my mind
Baby, it feels like we are running out of time
Let it go
If you want me girl, let me know
I am down on my knees
I can't take it anymore

It's tearin' up my heart when I'm with you
But when we are apart, I feel it too
And no matter what I do, I feel the pain
With or without you

Tearin' up my heart and soul
We're apart I feel it too
And no matter what I do, I feel the pain
With or without you

Tearin' up my heart and soul
We're apart I feel it too (I feel it too)
and no matter what I do, I feel the pain
With or without you

It's tearin' up my heart when I'm with you
But when we are apart, I feel it too
And no matter what I do, I feel the pain
With or without you

And no matter what I do, I feel the pain
With or without you







Mi corazón se esta destrozando,

cuando estoy contigo
Pero cuando estamos separados,
también lo siento
Y no importa lo que haga, estoy sufriendo
Contigo o sin ti

Nena, no entiendo
Solo porque no podemos ser amantes
Las cosas se están saliendo de nuestro control
Lo intentamos,
pero nena parece que no podemos ganar

Déjate llevar
Si me quieres nena, házmelo saber
Estoy aquí de rodillas
No puedo soportarlo mas

Mi corazón se esta destrozando,
cuando estoy contigo
Pero cuando estamos separados,
también lo siento
Y no importa lo que haga, estoy sufriendo
Contigo o sin ti

Nena, no malentiendas
Lo que estoy tratando de decirte
En la esquina de mis pensamientos
Nena siento como si se nos acabara el tiempo

Déjate llevar
Si me quieres nena, házmelo saber
Estoy aquí de rodillas
No puedo soportarlo mas

Mi corazón se esta destrozando,
cuando estoy contigo
Pero cuando estamos separados,
también lo siento

Y no importa lo que haga,
estoy sufriendo
Contigo o sin ti


diciembre 22, 2009

Te amo y mucho mas de lo que te imaginas


Meses, 5


Dias, 153

Horas, 3672

Minutos, 220320

Segundos, 13219200

Caricias, incontables

Besos, en exceso

Acordes, inspirados

Letras, montones

Pasos, demasiados

Recuerdos, hermosos

Tu nombre, incrustado en mi pecho

El mio, para que lo guardes por siempre


AMOR.



GRACIAS.

.


















Tengo un alma enorme y sonrosada

para amarte silvestremente,
y para sentirte fuertemente
asido a mi antigua nostalgia
que se hace vaga
en el fondo transparente
de tus ojos profundos.

Espectro

Mis ojos están bien
lo que está mal
es la mirada vacía.

No hay frío
es sólo ausencia.
La escasa luz no importa
sólo advierte que soy gris.
El recuerdo de su rostro
no preocupa...
la lejanía del mismo
simplemente duele.

Sólo queda ser espectro...
fantasma en su eternidad.

Sanguijuela

Sangra
sanguijuelas en mis ojos
duele la vista.


Succiona imágenes
de mi memoria.




Cae,

revienta...

el suelo se ensucia

con mi esencia y llanto.




La cabeza vacía
no hay rostro...
empieza la mañana,
luz
calor.

La sanguijuela suelta vapor...
aroma embriagante
de lunas nostalgia.

diciembre 21, 2009

...












Reconstruye tu rostro y arma tus ojos para despertar en el anfiteatro en donde tersos cuerpos retozan detras de una noctambula colina.

El mercado de los sueños

Un día mientras paseaba por la luna compré una flor en el mercado de los sueños, al llegar a casa antes de dormirme la besé, y se transformó en un corazón latente, justo entre mis manos, guardé ese corazón en lo más profundo de mi alma,como una joya única que sólo se encuentra en el jardín de los sentimientos, decidí que ese corazón sería el motor de mis acciones y buscaría en él ese impulso divino que me motivara a realizar mis sueños.
Mientras el corazón iba creciendo y llenándose de fluidos únicos compuestos de caricias y besos, mi cuerpo desarrolló alas, extremidades nuevas que me hicieron volar alto al cielo de las ilusiones divinas sin posibilidad de caer.
Busqué la forma de aprender a usarlas de una mejor manera
y conseguí planear sobre campos de soplos suaves que aumentaban mi velocidad y conducían mi rumbo hacia un túnel de emociones nuevas y distintas que hicieron que la calma volviera a mi vida, simplemente otro día normal en el mundo.

Frio, pero...

Ayer, por vez primera, besé tus dulces labios, y no volteaste el rostro ni hiciste muecas de aversión; aspiré tu aroma, lentamente,
acariciando tu cabello, y no dijiste: “¡Quieto, hazte a un lado y vete lejos!”

Ayer, por fin yo pude contemplarme en tus pupilas, que, aunque dilatadas, no esquivaron mi mirada; me acosté junto a tu cuerpo,
que gélido e inerte, no me hizo a un lado, lanzándome al vacío.

Ayer fue tu cadáver, triste e inadvertido, el que abrazó mi cuerpo,
en este paraíso.

Al oido








No te digo lo que pienso,

podría hacerte sonrojar.
Aunque estés guardando
la purpurina en el armario.
No me lo digas,
ya lo se, ya lo se.

Salgamos a bailar
el bit nos va a ayudar.


Al oído te lo digo
me gustas
Esta ducha de sonrisas
me aviva.
Escondidos en nuestros amigos,
podemos mirar hacia afuera
y reír.

Salgamos a bailar
el bit nos va a ayudar.

Al oído te lo digo.
Al oído te lo digo.
Al oído.

ME GUSTAS.

Dias como navajas, noches llenas de ratas



Siendo muchacho dividí en partes iguales el tiempo entre los bares y las bibliotecas; cómo me las arreglaba para proveerme de mis otras necesidades es un puzzle; bueno, simplemente no me preocupaba demasiado por eso- si tenía un libro o un trago entonces no pensaba demasiado en otras cosas- los tontos crean su propio paraíso. en los bares, pensaba que era rudo, quebraba cosas, peleaba con otros hombres, etc... en las bibliotecas era otra cosa: estaba callado, iba de sala en sala, no leía tantos libros enteros sino partes de ellos: medicina, geología, literatura y filosofía. Psicología, matemáticas, historia, otras cosas me aburrían. Con la música; estaba más interesado en la música y en la vida de los compositores que en los aspectos técnicos... sin embargo, era con los filósofos con los que me sentía en hermandad: Schopenhauer y Nietzsche
incluso aquel viejo difícil de leer Kant; encontré que Santayana, bastante popular en aquella época, cojeaba y era aburrido; con Hegel realmente tenías que escarbarlo, sobre todo con una resaca;
hay muchos de los que leí de los que me he olvidado, quizás con buena razón, pero recuerdo un tipo que escribió un libro entero en el que probaba que la luna no estaba allí y tan bien lo hizo que después pensaba, está absolutamente en lo cierto, la luna no está allí. ¿cómo cresta va un muchacho dignarse a trabajar 8 horas al día cuando la luna ni siquiera está allí? ¿qué otra cosa estará faltando? y no me gustaba la literatura tanto como los críticos literarios; ellos sí que eran verdaderos aguijones, esos tipos usaban un lenguaje refinado, hermoso a su manera, para llamar a otros críticos, otros escritores, unos huevones. Me subían el ánimo peor eran los filósofos quienes satisfacían esa necesidad que acechaba en alguna parte de mi confuso cráneo:
vadeando por sus excesos y su vocabulario cuajado aún me asombraban saltaban hacia mí brincaban con una llameante declaración lúdica que aparecía ser una verdad absoluta o una puta casi absoluta verdad, y esta certeza era la que yo buscaba en una vida diaria que más bien parecía un pedazo de cartón. Qué grandes tipos eran esos viejos perros, me ayudaron a atravesar esos días como navajas y noches llenas de ratas; y mujeres regateando como martilleros del infierno. mis hermanos, los filósofos, me hablaban como nadie venido de las calles o alguna otra parte; llenaban un inmenso vacío. Qué buenos muchachos, ah, ¡qué buenos muchachos! sí las bibliotecas ayudaron; en mi otro templo, los bares, era otra cosa, más simplista, el lenguaje y el camino era diferente... días de bibliotecas, noches de bares. Las noches eran todas parecidas, hay un tipo sentado cerca, quizás no de mal aspecto, pero a mí no me parece bien, hay una horrible muerte allí -pienso en mi padre, en maestros de escuela, en caras, en las monedas y billetes; en sueños de asesinos de ojos fríos; bueno, de alguna forma este tipo y yo llegamos a cruzar miradas una furia lentamente comienza a acumularse: somos enemigos, gato y perro, cura y ateo, fuego y agua; la tensión crece, bloque sobre bloque apilado, esperando el choque; nuestras manos se abren y cierran, cada uno bebe, ahora, finalmente con un propósito: su cara se torna hacia mí:

"¿alguna cosa te molesta?"


"sí. tú"

"¿quieres algo para arreglarla?"

"seguro."


terminamos nuestros tragos, nos paramos, nos movemos hacia el fondo del bar, afuera en el callejón; nos damos vuelta, mirándonos cara a cara. le digo, "no hay más que aire entre nosotros. ¿algo para cerrar el hueco?" él se precipita hacia mí y de alguna forma es una parte de una parte de la parte.

diciembre 19, 2009

La mueca del adiós


El compás brutesco de los cánticos piratas excitados por el ron, una docena de putas y tabaco negro no concordaba con la perfecta armonía del uniforme negro-azulado, la concordancia de las olas al romper entre si, la calma de la brisa que suavemente adornaba la melodía, el imperceptible TIC - TIC de la sal cristalina perforando en cada poro raído, curtido, podrido de sus rostros.

Los cuerpos desprendían un asqueroso olor a hormonas desesperadas por placer, que ambientaban con aroma a tabaco y a sudor el lugar. La respiración entrecortada, los gritos de satisfacción y los cánticos no dejaban notar el estruendo de las balas que sin sentido apuntaban a la luna. Sin embargo, ella, atada seguía alumbrando, indefensa como nunca, agujereada de dolor..

- ¡La marea subió! - Borracho y sin un ojo lo logro, lo grito.

Un estruendo entumeció al barco. Los piratas arrinconados gritaban como niñitas. Imaginaronse lo peor. Las olas golpeaban, sacudían los cabellos mojadas que las mujeres desnudas sacudían desesperadas, pero esta vez no de placer; las olas sacudían el barco, las velas direccionadas luchaban sin sentido. El agua cubría los espacios rasgados del barco roto.
El agua subía, subía, subía sin parar..

Las lágrimas ayudaban a cubrir los espacios que quedaban. La música del mar enloquecida no cesaba. Las almas piratas se envolvían entre la sal que batían las olas. Las olas que mojaban el mar, el mar que los ahogaba. La mueca de placer de la muerte se intensificaba, la sonrisa malévola entre los cuerpos tiesos, con frió... SIN VIDA.

Un silencio pobló el mar vacío. Los minutos ansiosos cobraron calma con la inocencia que los delata. La marea baja, la luz de la fiel luna iluminaba el concierto de la calma. Ya no mas ruido, no mas infierno.
Solo se escuchaba la perfecta armonía del uniforme negro-azulado, la concordancia de las olas al romper entre si, la calma de la brisa que suavemente adornaba la melodía, el imperceptible TIC - TIC de la sal cristalina ...

diciembre 17, 2009

Los colores verdaderos

No creer en el amor y amar.
No creer en la muerte y morir.
No desear trabajar y trabajar.

- Otra cosa, dijo, algo que no todos hacen.

Creer en el amor y no amar.
Creer en la muerte y no morir.
Desear trabajar y no trabajar.

- Otra cosa, por favor, algo que no haya visto aun.

Creer en el amor y amar.
Creer en la muerte y morir.
Desear trabajar y trabajar.

- Si, creo que es eso justamente lo que deseaba escuchar.

Cuando nos sentabamos a la mesa
en casa del abuelo,
siempre habia una silla vacia
en caso de que Dios pasase por alli.

Paciente

La voz que emergia desde el portero electrico era contundente: hoy no era su turno.
- No puede ser señorita - refutaba el anciano, energico y discutidor como siempre y la conversacion llegaba a su fin tras un corte abrupto. Toco nuevamente el timbre.
- Si...
- Ventiere, señorita. Ventiere.
- No, hoy no era su turno, señor, ya se lo dije, y ademas el doctor esta operando en el hospital, hoy atendio solo por la mañana - sentencio la voz aparatosa.
Su mujer, aferrada al baston, lo contemplaba silenciosa y acostumbrada. El le sostuvo una mirada llena de bronca y comenzo a buscar el papelito celeste que le diera el mes pasado la misma secretaria que ahora queria confundirlo. Busco embarcado en la empresa de hallar el turno extraviado, revisaba hoja por hoja el documento de identidad, su mujer era tomada por las imagenes de la ultima consulta. La pausa eterna del doctor Funes leyendo los analisis, el diagnostico, el avance de la enfermedad, el miedo, el desoriente...
- Hoy no era... -dijo la mujer, mascullando, y comenzo a descender los cuatro escalones de la puerta del edificio mientras su marido continuaba buscando el papelito con el turno, nuevamente en el bolsillo interno del saco, como un mago que ahora si se disponia a sacar el naipe escondido.
La anciana con esfuerzo, alcanzo la vereda, se apoyo contra la pared y se quedo esperando, paciente.
Cada dia mas paciente.
Mas paciente...

diciembre 14, 2009

El viento, el viento alto

El viento, alto en su elemento
Me hace más solo -no me estoy
Lamentando, él se tiene que lamentar.

Es un sonido abstracto, insondable
venido del elusivo fin del mundo.
Profundo es su significado.

Me habla el todo inexistente en él,
Cómo la virtud no es un escudo, y
Cómo la mejor es estar en silencio.

Enero 15 de 1920

AH!
LA ANGUSTIA, LA ABYECTA RABIA, LA DESESPERACION



Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación...


Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación
De no yacer en mí mismo desnudo
Con ánimo de gritar, sin que sangre el seco corazón
En un último, austero alarido!




Hablo -las palabras que digo son nada más un sonido:
Sufro -Soy yo.
Ah, extraer de la música el secreto, el tono
De su alarido!



Ah, la furia -aflicción que grita en vano
Pues los gritos se tensan
Y alcanzan el silencio traído por el aire
En la noche, nada más allí!

Susto








Liniers
Beresford
Fernando VII
Benito Juarez
Domingo Faustino
James Madison
Tu vieja
Y me cago en la mierda.

diciembre 01, 2009

K DSJV VB DSFSVDFSD


G
F
C
D
E
A
F
G

H

I
J







































KSASA
LWQ
MWRWEQR
NDFDSF
Ñ
OJHGFJ
PN
QBN
RGFH
SG
TH
UTR
VH
WGJ
XHGG
YNGHG
ZGJ
JGNF
GF















GKDJSASAJDSJKDJKSJKDKJ*

Deborador de pesadillas






Cantar es ruido cuando alicia juega en la cornisa, al ritmo de las confesiones de una lunatica.
La ilusion se v
uelve efimera y la realidad es








fantasia.