diciembre 21, 2009

El mercado de los sueños

Un día mientras paseaba por la luna compré una flor en el mercado de los sueños, al llegar a casa antes de dormirme la besé, y se transformó en un corazón latente, justo entre mis manos, guardé ese corazón en lo más profundo de mi alma,como una joya única que sólo se encuentra en el jardín de los sentimientos, decidí que ese corazón sería el motor de mis acciones y buscaría en él ese impulso divino que me motivara a realizar mis sueños.
Mientras el corazón iba creciendo y llenándose de fluidos únicos compuestos de caricias y besos, mi cuerpo desarrolló alas, extremidades nuevas que me hicieron volar alto al cielo de las ilusiones divinas sin posibilidad de caer.
Busqué la forma de aprender a usarlas de una mejor manera
y conseguí planear sobre campos de soplos suaves que aumentaban mi velocidad y conducían mi rumbo hacia un túnel de emociones nuevas y distintas que hicieron que la calma volviera a mi vida, simplemente otro día normal en el mundo.

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