Desde mi cama observo tres pájaros en un cable de teléfono. Uno se va volando, luego otro.
Queda uno...
Luego también él se va.
Mi máquina de escribir está silenciosa como un sepulcro.
Y yo me he quedado reducido a observar pájaros. Simplemente he pensado que te lo debía contar, Cabrón.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario