octubre 14, 2009

Silencio

He tenido que llegar a edad avanzada para aprender a amar el silencio. Conmueve a veces más que la música. En el silencio aparecen señales emocionadas y en las encrucijadas de la memoria detectas nombres que el tiempo pretendía ahogar.
Por la noche, en las copas de los árboles, puedo oír hasta el corazón de los pájaros. Y al caer el día, una vez, en el cementerio, oí de lo hondo de una tumba crujir de un ataúd.

1 comentario: